domingo, 29 de noviembre de 2009

Último, día no vi embra

Todos sabemos que nos vamos a morir pero nadie se quiere morir primero
Todos sabemos que vivimos pero nadie quiere al otro
Todos nos odiamos nos vengamos y os desilusionamos de los otros y de nosotros mismos.

La luna esta comenzando a completar su resplandor de luna llena. La música se completa en el oído de Dios… La mujer que no veo pero escucho y siento me crepuscula el atardecer del día y de mi alma…
Risueñas las miradas intercambian ironías.

Así muere mi amor cada día al fin de cada poema. Al comienzo de cada noche.

Luna fértil, fósil fácil de tomar, y abordarse en élla, el universo.

Ni tus manos ni tus ojos ni tus piernas ni tu obligo ni tu voz.
Tu y nadie más.


Suena la única música que me calma.

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