sábado, 20 de febrero de 2010

poesía fome triste desagradable, desamable y deteriorada


No sé cuánto tiempo ha pasado de ayer a hoy, pero me siento

viejo, distinto y ajeno, muy ajeno,

desubicado, desarmado espiritualmente.


Me siento el más infeliz de los infelices. Sin embargo, me siento, y bien, y quiero salir de este ahogo.


Un ahogo que lleva años pensando en abrir mi encementado corazón de mental.

Un pesado día de amor frustrado un pesado día en que tras de mí la poesía va escondiéndose traviesamente


Muero, es cierto, muero el doble cuando el amor cierra sus manos ante mi.

me angustio, me mareo, me aturdo...
Esta bicicleta luminosa me llevará a ese lugar en donde las mujeres no viene de la costilla del hombre, ni paren con dolor, tampoco ofrecen frutos indebidos.



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