amanecí completamente afiebrado, con dolor de cabeza, y escribiendo en el delirio.
La nariz gotea salivas y las manos se endurecen.
No soy cuando soy ni escribo cuando escribo la palabra es sobre otra palabra siempre.
era siempre dos palabras, la que decía otra cosa y la que decía esa cosa. Cuál primaba, eso dependía de la fuerza de tu razón, de la fuerza de la imagen , de la figura.
dolor de muelas palabra tras palabra sobre palabra .
No ese no es la cuestión.
Morir como la nube.
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