Adios mundo material. Me despido de mi cuerpo para sentirme en el alma.
Adios a los lavadores de mano a los tirados de las mechas a los que dan golpecitos en la espalda y puntapies. No, este cuerpo ya mio si no de ustedes los que me cerraron los ojos los que me hirieron el corazón.
Adios vida mia atada de pies y manos, de la cabeza a los pies.
Adios dolor de estómago, no me arrugo ni me dan dolores de muela al mirar como el alma no volverá a este cuerpo.
Nadie de rodillas besará mis pies, ni recibiré con los brazos abiertos o no los indicaré con el dedo.
No habrá más dolores de cabeza. Las tripas acallaran su sonar estridente y avergonzante.
NO habrá muñequeos ni codasos. Ni punta y codo.
En fin el cuerpo ya está libre de mi y el espiritu me transforma en viento soplado por Dios.
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