Bicicleta silenciosa, marcha entre el amanecer crujiente de cadenas y frenos.
giran amarradas a arcos y llantas, las gomas
que gimen con la cementada del hombre.
Una silueta de metal liviano. Asume su rol de cíclope en busca de partidas y salidas, de puntas de camino de meta física.
En la (h)(l)a avenida (de la) vida.
Pedales, engranajes y ruedas anuncian el ascenso de esta ave que no trina y el corazón
alegra.
viernes, 14 de enero de 2011
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