Qué se escribe mi Dios, cuando se escribe. La voz terrible del silencio, o se escribe todo a y nada a la vez.
Cuántas palabras pasarán y cuántas quedarán en tus labios de tinta besando papeles blancos.
Qué se encuentra, qué se pierde. Quién escribe.
Todo es una gran palabra, Dios mío, y no hay palabra, y no hay escritor, sino un solo silencio visible, lúcido.
Fallezco en esto, oh Dios, en esta guerra de ir y venir por papales blancos, de no poder escribir trescientas palabras a la vez, porque estoy condenado a una, a esa una, a esa única que me diste en el viejo infierno.
Un Homenaje a Gonzalo Rojas.
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