Valparaíso siempre es otro después de la lluvia. Antes era mar, ahora vuelve ser agua.
Al fondo el torrente de luces no es más que Pedro Montt.
Al igual que la poesía, Valparaíso no puede ser fundado.
lunes, 6 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario