Gladys Aballay Meglioli. (2005). El español peninsular y americano de la región andina en los atlas lingüísticos. Editorial de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, Universidad Nacional de San Juan, República Argentina.
El libro que reseño es una adaptación de la tesis doctoral de la Dra. Aballay Meglioli. Esta obra viene a completar la información que se tiene sobre el aspecto léxico dialectal de la zona andina en comparación con las hablas peninsulares. Tiene como fuentes principales los datos extraídos de atlas lingüísticos veraces, con abundantes datos y facilitadores de múltiples posibilidades de análisis.
Se cotejan 4 campos semánticos o más bien parcelas léxicas, “condición humana, y relaciones sociales, la religión, diversiones y juegos, animales domésticos” y sus grupos léxicos hispánicos, analizados a través de 23 formas o entradas.
El objetivo del estudio comparativo es demostrar hasta que punto América coincide o se separa de la norma castellana. Hasta que punto se identifica con la norma andaluza o si ha llegado a configurar un léxico propio. Las isoglosas establecidas determinan los grados de influencia que han tenido ambas normas en vastas zonas de Iberoamérica.
En libro está estructurado en introducción, nueve capítulos, conclusiones, bibliografía e índice general. Los nombres de los capítulos son: capitulo I El andalucismo de Hispanoamérica; capítulo II Unidad y diversificación de la lengua; capítulo III Zonas dialectales; capítulo IV Geografía lingüística; capítulo V La composición léxica del español americano; capítulo VI Presencia de lenguas indígenas en América, capítulo VII El español de España; capítulo VIII El español de la Argentina; capítulo IX Atlas regionales de España y América.
En cada uno de ellos se hace una prolija revisión crítica de las teorías y metodologías, tanto de las primeras propuestas, hipótesis históricas y lingüísticas, y análisis como de los estudios más recientes, de los diasistemas hispano y americano.
La indagación lexicográfica se hace a partir de la selección de atlas hispanos de la península ibérica, Atlas Lingüísticos y Etnográficos de Andalucía, Navarra, Aragón, Rioja, Cantabria, Castilla y León y uno de Canarias, y de los dos editados a la sazón para Hispanoamérica, el ALEC (Colombia) y el ALESUCH (Sur de Chile). E incorpora algunos avances surgidos del ALECuyo, atlas concluido en todas sus etapas de investigación y edición (incluidas láminas y mapas).
La autora se centra en el estudio de la zona andina de Iberoamérica, que está configurada geográficamente por la Cordillera de los Andes. La presencia de este cordón montañoso, más que un muro natural, es visto como un puente de unión que facilita el flujo comercial y humano, y por lo mismo, lingüístico-cultural, de las naciones que se desarrollan a uno y otro lado de sus cumbres.
El análisis de las características léxicas regionales, y al establecer puntos de coincidencia o divergencia lingüísticas, permite encontrar también rasgos de la idiosincrasia de cada comunidad de hablantes. Información etnografía de mucha importancia para entender otros fenómenos culturales. Por ejemplo, la globalización y la influencia de los medios masivos de comunicación en las percepciones de la realidad y la conformación de imágenes de sus identidades locales y regionales.
La tesis central de la Dra. Aballay, da cuenta de un español peninsular que se expresó a través de hablas populares en América, se mezcló y fortificó por la herencia aborigen, viva y latente, recibió los aportes de las comunidades afroasiáticas desde el tiempo de la colonia y la prolífera inmigración durante el siglo XIX, desde Europa y Asia menor.
Una tesis apoyada por una metodología rigurosa, exhaustiva y carente de contradicciones que condiciona “El descubrimiento de diferencias regionales entre palabras de origen hispánico” al “reconocimiento de unidades extralingüísticas, tales como el indigenismo, africanismos o anglicismos, elementos jergales o coloquiales de origen incierto, topónimos y derivados, y palabras locales para referirse a partidos políticos acontecimientos militares, nombres de marcas, etc.”
Agrega a esta condición, la siguiente afirmación argumentada “tradicionalmente se debe identificar el habla y los estratos socioculturales más bajos, a la vista de la tendencia de los registros más altos hacia la adaptación mutua y la adhesión a normas transregionales”.
En definitiva, el trabajo arduo, serio y de rigor científico, realizado por la autora bajo la dirección del maestro Manuel Alvar, permite aseverar que las hipótesis, la metodología y las conclusiones entregan datos confiables, y son un avance indiscutible para el conocimiento y delimitación de las normas lingüísticas americanas en relación con las normas peninsulares.
10 de noviembre de 2008
Dr. Juan Pablo Reyes Núñez
Centro de Estudios Dialectológicos
Facultad de Humanidades
Universidad de Playa Ancha
Valparaíso-Chile
El libro que reseño es una adaptación de la tesis doctoral de la Dra. Aballay Meglioli. Esta obra viene a completar la información que se tiene sobre el aspecto léxico dialectal de la zona andina en comparación con las hablas peninsulares. Tiene como fuentes principales los datos extraídos de atlas lingüísticos veraces, con abundantes datos y facilitadores de múltiples posibilidades de análisis.
Se cotejan 4 campos semánticos o más bien parcelas léxicas, “condición humana, y relaciones sociales, la religión, diversiones y juegos, animales domésticos” y sus grupos léxicos hispánicos, analizados a través de 23 formas o entradas.
El objetivo del estudio comparativo es demostrar hasta que punto América coincide o se separa de la norma castellana. Hasta que punto se identifica con la norma andaluza o si ha llegado a configurar un léxico propio. Las isoglosas establecidas determinan los grados de influencia que han tenido ambas normas en vastas zonas de Iberoamérica.
En libro está estructurado en introducción, nueve capítulos, conclusiones, bibliografía e índice general. Los nombres de los capítulos son: capitulo I El andalucismo de Hispanoamérica; capítulo II Unidad y diversificación de la lengua; capítulo III Zonas dialectales; capítulo IV Geografía lingüística; capítulo V La composición léxica del español americano; capítulo VI Presencia de lenguas indígenas en América, capítulo VII El español de España; capítulo VIII El español de la Argentina; capítulo IX Atlas regionales de España y América.
En cada uno de ellos se hace una prolija revisión crítica de las teorías y metodologías, tanto de las primeras propuestas, hipótesis históricas y lingüísticas, y análisis como de los estudios más recientes, de los diasistemas hispano y americano.
La indagación lexicográfica se hace a partir de la selección de atlas hispanos de la península ibérica, Atlas Lingüísticos y Etnográficos de Andalucía, Navarra, Aragón, Rioja, Cantabria, Castilla y León y uno de Canarias, y de los dos editados a la sazón para Hispanoamérica, el ALEC (Colombia) y el ALESUCH (Sur de Chile). E incorpora algunos avances surgidos del ALECuyo, atlas concluido en todas sus etapas de investigación y edición (incluidas láminas y mapas).
La autora se centra en el estudio de la zona andina de Iberoamérica, que está configurada geográficamente por la Cordillera de los Andes. La presencia de este cordón montañoso, más que un muro natural, es visto como un puente de unión que facilita el flujo comercial y humano, y por lo mismo, lingüístico-cultural, de las naciones que se desarrollan a uno y otro lado de sus cumbres.
El análisis de las características léxicas regionales, y al establecer puntos de coincidencia o divergencia lingüísticas, permite encontrar también rasgos de la idiosincrasia de cada comunidad de hablantes. Información etnografía de mucha importancia para entender otros fenómenos culturales. Por ejemplo, la globalización y la influencia de los medios masivos de comunicación en las percepciones de la realidad y la conformación de imágenes de sus identidades locales y regionales.
La tesis central de la Dra. Aballay, da cuenta de un español peninsular que se expresó a través de hablas populares en América, se mezcló y fortificó por la herencia aborigen, viva y latente, recibió los aportes de las comunidades afroasiáticas desde el tiempo de la colonia y la prolífera inmigración durante el siglo XIX, desde Europa y Asia menor.
Una tesis apoyada por una metodología rigurosa, exhaustiva y carente de contradicciones que condiciona “El descubrimiento de diferencias regionales entre palabras de origen hispánico” al “reconocimiento de unidades extralingüísticas, tales como el indigenismo, africanismos o anglicismos, elementos jergales o coloquiales de origen incierto, topónimos y derivados, y palabras locales para referirse a partidos políticos acontecimientos militares, nombres de marcas, etc.”
Agrega a esta condición, la siguiente afirmación argumentada “tradicionalmente se debe identificar el habla y los estratos socioculturales más bajos, a la vista de la tendencia de los registros más altos hacia la adaptación mutua y la adhesión a normas transregionales”.
En definitiva, el trabajo arduo, serio y de rigor científico, realizado por la autora bajo la dirección del maestro Manuel Alvar, permite aseverar que las hipótesis, la metodología y las conclusiones entregan datos confiables, y son un avance indiscutible para el conocimiento y delimitación de las normas lingüísticas americanas en relación con las normas peninsulares.
10 de noviembre de 2008
Dr. Juan Pablo Reyes Núñez
Centro de Estudios Dialectológicos
Facultad de Humanidades
Universidad de Playa Ancha
Valparaíso-Chile
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