I
Podrán imaginarse este conjunto de palabras en deformaciones tal como las letras de los dadadistitas en la sopa.
Las camadas de las perras abandonadas se distribuyen en las principales calles y plazas de Valparaíso.
Veremos entonces que también con ellos hay palomas, gorriones, gaviotas y algunos loros estos solo dispersanse en vuelo en las inmediaciones de la Universidad de Playa Ancha.
Contaré, por motivo de saber para escribir y mejor aun leer, las avesturas de las aves urbanas pioneras del cielo porteño.
Muchas exportadas al unísono. con los hombres pobres de los continentes poderosos. Los sobrantes, los carroñeros.
Una gran metáfora siempre oportuna de la viada humana popular.
La mayor de estas aves se liga pese a su rastrojear de los desechos urbanos, al mar, pues, su alimento favorito, indudablemente, es el pez o pescado. Al comenzar el relato de esta marina ave urbana, debo comenzar con el día, cuando el sol asoma lento misterioso y grandioso tras del Aconcagua.
Ya apenas aclara, las aves circulan desde abajo, hacia arriba, y vicerversa, adornando su espiral vuelo con graznidos fuertes alardosos, claro, fascinantemente penetradores del silencio. Aleluya, claro, llegan los pescadores con sus botes a las caletas o es un ritual de alabanza a la luz, al aletear brillante y majestuoso de la vida, sin oropeles.
Es el momento de solo volar, junto a las gaviotas, que durante las largas travesías aéreas, nos van mirando entre uno y otro viraje de cabeza.
Sus alas kilométricas las hacen envidiables, suben a ratos, giran a ratos, conforman un vuelo recto.
Así, de la bahía hasta la siguiente playa del sur. Bajo ellas una ciudad una planicie unos villorrios, una ciudad pobre, una quebrada y un nombre que desconocen que conocemos. Laguna Verde la hemos bautizado, mientras ellas acaloraban sus huevos. No habrá gaviotas en mi techo, mientras no ponga un pescado en el pico de las gaviotas. Solo y mejor aun habrá vuelos que riegan mi vista de amor, libertad, sinceridad y hermosura.
Mientras escribía me acordé de la mentira así que las atrapé a todas.
El gorrión timidamente falso holgazán, misterioso y ladrón horrible, abominable, irretratable, asesinable, salta mejor que las pulgas, no es murciélago, solo porque se deja ver de día.
Lucha fuerte, como el mejor de los ignorantes. Su vuelo siempre es escapatoria fugaz. Una y otra rama, la transforma en escondite. Los nidos ocultos no se pueden, sino destruir tras inmensas campañas municipales de exterminio.
Cruzaron el mar junto a los inmigrantes en los barcos alemanes del siglo XVII o mediados del XVIII.
Claro, también, sus primeros segundos de luz, son para piar fuerte, armónico y saludable, llamativo.
Conocí a quien imitaba muy bien ese canto y conocía muy bien como ser pájaro.
Nada más, simplemente, agradable o gracioso, es ver a los gorriones acariciando pozas en cualquier jardín del puerto. A veces, las piletas de las plazas, se metamorfosean en balnearios para gorriones. Además, los tranquilos domingueros urbanos les lanzan desperdicios, confites indianos, las famosas cabritas o palomitas de maíz, que serán seguramente una infantil venganza. Metáfora de esta urbanidad
en constante despilfarro de luz
La paloma, reina de las plazas, basureros domésticos y del muelle Prat, en donde especialmente, recoge la simpatía de los antipáticos santiaguinos y de unos cuantos gringos mochileros, agentes de cualquier paranoico país de blancos gallos, osos o águilas.
Paréceme que siempre vuelan solo para huir del ataque Y antes de alzar y batir sus alas miran de reojo, inclinado su cuello en son de presunción interrogativa, como lo haría, el está casi seguro, que sientes ganas de hacer contra alguien, algo que no quieres, que hagas contra él y mejor contra nadie. Dan ascos, hoy en día, pero siguen siendo las favoritas de las abuelos y abuelos de la plaza O’higgins.
En donde, la monumental cabeza del padre de la patria, sirve de aeropuerto a aquella paloma que gusta de mostrarse, mientras expulsa sus fecas.
El lleno de silencio de la calle, gritando sin publicar, repitiendo sin conocer.
Juan, el desapercibido el fotografiado desconocido reconocido popular. Eso, que es solo epidermis de sol, tierra, mar y aire.
Ahora que puedo escribir sobre quien nunca escribió, sino su nombre a duras penas.
A ese le escribo oculto, como él, en la ladera de un cerro, mientras el mar mece tranquilo, suave y elegante, los barcos llenos de churretes chicos y trabajadores.
Aún tenemos pico ciudadanos. Pero aún, tenemos esperanza, de que la historia cambie.
Para mejor. Justamente, porque no hay elección.
Y Juan churrete sigue en el año 2006, en la feria de avenida Chacabuco, revendiendo algunas lechugas y zanahorias.
Juan churrete sigue en las esquinas, gritando. En los bares, bailando con putas, que no alcanzan ni ir al baño y que lo chupan por años, sin pensar en jubilar.
Juan churrete almacena litros y litros de cerveza en su barriga.
Las aves urbanas y Juan churrete, alcanzan a pasar el día hasta el crepúsculo, pronto hacen sus últimas danzas a la luz y se duermen.
Allá en las esquinas del barrio del mercado y del rodoviario, los perros, las gaviotas, gorriones y gatos disputan, las sobras de comida, que lanzan los feriantes y las caseritas.
Solo dime que la mujer de los senos pequeños y la cintura ancha
No se da cuenta de su cuerpo indefenso a sus deseos.
Me oxido lento, claro, silencioso, cansado
Me escribo en la pantalla electrónica en la palabra solo.
En la soledad de la tarde veraneante.
Caigo como siempre, para resucitar.
Deseamos caer de los árboles, para sentir la tierra y mirar las estrellas del orangután, de dientes careados, puertas cerradas, piso de excremento.
Prisionero en Guantánamo periodo de locura histérica, paranoica, neurótica, pásmica,
Yo, yo escribía las tesis de mi investigación sobre las imágenes del mundo de la vida,
en los manuales escolares, en los textos, en los libros de textos, en los textos en las páginas, en las tapas, en las unidades, en los ejercicios, en las partes, capítulos, en los párrafos, etc. Etc
Cuánta palabra no significa lo mismo
Cuánta identidad, correspondencia, sin corresponder, tanto celular sin sonar, sonando.
Solo, sobre todo, solo, como el grito de los dragones de los 90,
Básico, atrás, muy atrás, raconto, mostrando, los vocablos al nervioso.
Cada voz cada texto, claro, claro, nuevamente, el silencio, desaparece, tras la palabra, suena, suena, salta lejos del símbolo sinsentido del sentido del signo sonoro, sobre todo, el silencio.
Esas es la música, la sonorante, con la sorda en oposición funcional.
No sé. solo escribo en ambas melodías. la del sentido y la del sin sentido, ese es mi frontera.
Ese es mi límite, ese mi rugir, ladrar, escupir o insultar, y mi suavizar, refinar, elitizar, normativizar, decir precisamente.
Callar, para llorando, no poder escribir pensando o leyendo soñando.
Una tarde de recuerdo de choclos y colores campesinos, de comer choclos sin sal a la orilla de la carreta longitudinal, mientras esperábamos, que los caballos que tiraban nuestra carreta descansaran.
En realidad, la realidad, es no más que nuestra línea, nuestro punto espacio y tiempo, cruz claro, cuyo punto de unión está en constante fricción, roce, y por lo tanto, en movimiento permanente, y por lo tanto, siempre está en movimiento, y por lo tanto, no se detiene, y por lo tanto no es inmóvil.
Más silencio, juan churrete, ese tiempo ya estaba más que aburrido, cansado y poco inteligente.
Igual que ahora, pero menos lento.
Casi nada me parecía amable, excepto estas pinturas, que miniaturizan a ese museo del juguete abierto.
Más bien, museo abierto del juguete y los juegos.
Patrimonio salud por eso el roto juan churrete del cholo proceder.
Dice churrete pero no hue’on, casi hue’on.
Nada, casi nada, sale a decir un par de chuchás y dentró a su casa, casa de campo con techo de teja y calle de cemento.
Aun, no entiendo, solo creo, solo escribo, solo paso comerciales, solo me estanco, solo me repito, solo me aliento, me escucho, solo me amo, solo soy un monstruo, queriendo devorar doncellas dolorosas, dolientes.
Ahora quiero escribir como antes, en los que un verso, se había vivido antes, en la que el vaticinio pasaba desapercibido.
En los que in y des, y los no, llamaban la atención.
No llamaban.
Total, reconstituir las casa de dos por tres, de dos por tres libreros, lejos, librero de viejos.
Ni orden, ni desorden, ya todos sabíamos leer y escribir, con y sin banco de por medio.
Ya tenemos un algo que decir, un poco de vocales acumuladas en los primeros años y listo; la básica que se llama, la fundamental diríamos, la reverenciable, la transmitible, comunicable, decible no cierto.
Escucho, sobre todo menos patio, menos incoherencia, menos formas, menos resbalones.
Menos ver, lo único, ver podemos a sí ciegos, como estamos.
Grito, claro, ya cayendo al pozo, por el peso, que demuestra, la gravedad, la economía y el presupuesto, borracho yo no. Yo, ni nadie.
Olor, pero solo, porque tenías, ropa de muñeca en un día de calor.
Ni aunque, me llamara juan churreteberg o churreta-larrain larrain-churrete
No la hubiese montado en el caballo.
Pero, la cama solía ser algo más durable, estable, nocturno, psiquico, onírico.
Castigo, pero no crimen
Rojo, pero no negro
Ser, pero no tiempo
Ser, pero no ser
Pero ser.
Salir, pero no entrar
Dar, pero recibir menos
Hablar, pero no contestar
Amar, pero sin odiar
Ser poeta, pero escribidor
Ser sordo, pero oir
Investigar, pero andar perdido
Leyenda, pero realidad
La vida es sueño, pero no tanto
La ilusión, también, no tanto
La intuición, más todavía
Un librero, un zorro
Un académico, un poeta, un poeta, un librero, un librero, un soldado, una nazi.
Que vuelve, como siempre, después de treinta años.
La fuerza se genera por la oposición de los iguales, ahí genera la vida, la oposición de los parecidos, de los símiles, de los idénticos, de los indiferenciables, diferentes.
De dios allá, en las torpederas, sin camisa y pagando escolar.
Sino, ahí ni universidad, ni amor, entonces, ni hay juan churrete, vendiendo zanahoooooorííííías
Aun, no tecleo con compases regulares, formables, decibles comunicables.
Aun, teníamos la última cena sin servir, pero yo ya sabía, que en uno de esos platos estaba comiendo, el que me nombraba como Jesús.
El chancho arranca
El mono lo sigue y se termina un nuevo año,
Se extermina, se mina.
Wo viel Worte sind, da geht’s ohne Sünde nicht ab; wer aber seine Lippe im Zaum hält, ist klug (10, 19)
Como muchas palabras son , no van sin pecado; pero quien sus labios refrena, es inteligente.
Ya sabíamos tu y yo, que no sabíamos nada, ni menos, que no nos dejaríamos de escuchar, casi todos los años, y después, casi todos las veces de cada mes.
SPRÜCHE
Wo viel Worte sind, da geht’s ohne Sünde nicht ab; wer aber seine Lippe im Zaum hält, ist klug (10, 19)
Des gerechten Zunge ist kostbares silber; aber der Gottlosen Verstand ist wie nichts
(10, 20)
Ein verleumder verrät, was er Heimlich weiss, aber wer getreuen Herzens ist, verbirgt es
(11, 13)
Der Gottlosen Reden richten Blutvergiessen an; aber die Frommen erretet ihr Mund
(12, 6)
Wahrhaftiger Mund besteht immerda, aber die falsche Zunge besteht nicht lange
(12, 19)
Wer seine Zunge hütet, bewahrt sein Leben; wer aber mit seinem Maul herausfährt, über den kommt verderben
(13, 3)
Eine linde Zunge ist ein Baum des Lebens; aber eine lüngehafte bringt Herzeleid.
(15, 4)
Ein falscher Mensch richtet Zank an, und ein Verleumder macht Fruende uneins.
(16, 28)
Es steht einem Toren nicht wohl an, von hohen Dingen zu reden, viel weniger einem edlen, dass er mit Lügen umgeht
(17, 7)
Ein Vernünftiger massigt seine Rede, und ein verständiger Mann wird nicht hitzig
(17,27)
Wenn kein Holz mehr da ist, so verlischt das Feuer, und wenn der Verleumder weg ist, so hört der Streit auf
(26, 20)
Der Hasser verstellt sich mit seiner Rede, aber im Herzen ist er falsch
(26, 24)
Wer er seine Stimme holdselig macht, so glaube ihm nicht; denn es sind sieben Greuel in seinem Herzen
(26, 25)
Si la calle me sale, en vez de, yo a la calle, entonces, es ilógico, peor, no imposible, según los sueñólatras.
Prepáreme un bistoquito, con harto cariño.
Con harta sarsa y sal, ajicito, ajito.
Cafecito con azúcar iansa, de curicó, con la gonzález de gerente.
Mujeres en el régimen militar
Límite casi aperceptible
Un grito, casi silencio, un paseo estático, un empujón para levantarte, un sacudón, para matarte.
Un teclado de notebook
Mujeres ladronas, que te dicen, que andan pidiendo.
Mundo nuevo mundo, nueve mundo, nieve neve schneeschau
Mala suerte, la de este camino largo y recto, como camino de ciudad, pero en el fondo es una franja longa; largo como chile, largo, como todo aquí en chile.
Aunque, hay calles cortas y sin salida, pero siempre son las largas, más que las anchas, o sino, no sería calle, sino una casa o un edificio. Las calles son hileras de casas o edificios, y el costado de una manzana, siempre, te llevan, son también caminos, por los que claro, muchas veces, no quieres transitar, sobre todo, ahora en que parecen automovilísticamente santiaguinos.
Me saludan, no lo hacen
Me lo me te tu pope tulola
Te se me le lalo lelo en
No si en dis ex
Hiper sol
Hipo infierno
Des sin a
In con palabras que solo tienen fractura de palabras, son las llamadas palabras gastas
Des con in pro pre re co sin a ab ad inter ex
Te le me se lo la
Yo ahora aquí no pueden ser esas las primeras palabras sino fueron palabras sin sentido
Sin contexto sin contenido sin significado
II
Bien lejos estoy de escribir como académico mucho menos como poeta
En cambio, como fomenólogo, me entre tengo.
Siempre hay una duda de posibilidad
Dudar no trae, sino más dudas, en cambio con la certeza, que además, la adornan de verdad y pureza, no trae sino muerte, término, fin o lo que es lo mismo, estabilidad. Por eso, las palabras legales, no se pueden legalizar, ciento por ciento.
Carecen de un tenor literal, toda vez que están en contextos, de lo contrario, la ley seria para los muertos, para los fallecidos, y en vez de decir, la constitución, quienes viven en Chile, diría quienes mueren en Chile.
La palabra adolece de certeza en el contexto; no puede ser clara completamente, pues está sometida a las leyes de su propia naturaleza, y de universal que es, no existe la universalidad en la palabra, excepto la palabra en sí, sus significados son parciales, sesgados, delimitados definidos, dogmatizados, interpretados, inferidos, conjeturados supuestos.
Como se ha dicho, lo dicho no es lo dicho, sino la expresión de lo dicho. Pero, la forma y la materia con que se la expresa, es otro objeto que nubla muchas veces la significación, pero esto a su vez, permite sostener que la sustancialidad de la lengua y la esencialidad de la misma, son incompatibles con las leyes.
Mejor una constitución en imágenes. En la que cada uno, nos ajustemos de acuerdo a escenas y personajes retratados bajo un principio de representación, claro está consensuada.
Inefabile dicere.
Así aparecen, una tras otra, como nubes de la creación, sin redondez sin angulosidad, solo aparecen suaves, ingenuas, limpias, prebabélicamente, preedénicas, precanónicas, preceptuales.
Mis manos, entrego a ti, para siempre.
Doy amor, a quien no me lo pide y a quien no me lo da.
No tengo la culpa de ser.
Solo tengo la culpa de existir.
Sin ser.
Alejado, pero claro, que por cierto de la realidad.
Habrá, otros dicen, profetas.
Habrá voces, que dirán lo que otros dicen
Habrá formas que adorar. Bustos que condecorar
Las maneras de abarcar a usted, el poco espacio de tiempo, que podemos, solo charlar. Solo adormecer los poderosos ojos y despertar el tacto.
Me da valor la valentía de los demás, pero no soy valiente en mi, así que aún tenemos ciudadanos, lengua.
En las calles, mucha gente solo mira o esconde la mirada, como quien dice da o no una palabra alentadora o alienta con sus voces que salen de sus brillantes ojos alfabetizados en líneas, cuadrados, triángulos y círculos.
(Palotes, para allá y para acá, no había más tierno de ver a mi madre ocupada en crear y criar a la par, palotes y nueve hijos.
El frío de este año, no era más que el reflejo de la helada transfiguración, que llevamos a cabo producto del enorme conocimiento que teníamos de la historia glacial.
Aprovechando el frío invierno de 2007 en un lugar llamado Chile, me despido de las letras hasta un buen tiempo más, quien sabe en unos cinco o seis años más, tal vez.
Si puedo escribir más artículos académicos científicos, y mejores, entonces, hay que seguir adelante.
Como sea a punta de palos y chuletas. Ahora entiendo los juegos, antes los disfrutaba.
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